en Décima Espinela

Yo estudié en La Ranchería



Al barrio La Ranchería
donde quedaba mi escuela
caminaba cada día
“templado como vigüela”.


- Señora, su enfermedad
solo se la cura el clima
pa’ que no se muera en Lima
viva en la Blanca Ciudad.
Del doctor esta verdad
escuchó la madre mía,
después de una travesía
en que pude ver la luna
llegué a estudiar por fortuna
al barrio La Ranchería.


Miro al pasado sereno
y al niño vuelvo a encarnar
a aquél que supo forjar
el maestro Filomeno.
Desde territorio ajeno
en pensamiento que vuela
dejo el tiempo y su secuela
y arribo sin titubear
pues me acuerdo del lugar
donde quedaba mi escuela.


De la calle Siglo XX
doblaba para Corbacho
y poco a poco ¡a lo macho!
me fui haciendo al ambiente.
Pues de la pizarra al frente
¡pobre del que no sabía!
con inocente porfía
y a veces de hambre compases
para asistir a las clases
caminaba cada día.


En una calle cercana
Marcela, entonces vivía,
¡la niña que trasmitía
su belleza soberana!
De mi ilusión en la diana
fijé su rostro y su estela,
y por culpa de Marcela
aunque ahora me da risa
yo caminaba de prisa
“templado como vigüela”.

© 2005 Luis Bárcena Giménez

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