El diablo se ha puesto terno
para asistir a tu boda
esperando no se joda
el banquete del averno.
Sin carta de invitación
porque no la necesita
por ti acudirá a la cita
dueño de la situación.
Con sulfurosa loción
y afilado cada cuerno
ya que estás en su cuaderno
no quiere hacerte un desplante
ágil y de buen talante
el diablo se ha puesto terno.
Como tenía que ser
él no podía faltar
sabiéndote en el altar
y que de otro vas a ser.
Ya verás a Lucifer
con trinche de última moda,
tendrás su presencia toda
esmérate con los guisos
pues deja otros compromisos
para asistir a tu boda.
Al repique de campanas
correrá la muchedumbre
te sentirás en la cumbre
y reina entre soberanas.
Confesarás al sotanas
pecados en extensa oda,
y la gente que te apoda
lo mismo que Leviatán
de dicha fiesta estarán
esperando no se joda.
Como en la época romana
seguro habrá bacanal
se impondrá el trato carnal
en sempiterna semana.
Bien planeada su jarana
y con afecto paterno
el diablo que es muy moderno
en un coche va a llegar
para poder disfrutar
el banquete del averno.
© 2004 Luis Bárcena Giménez
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