Palabra de jugadora
pero que tiene valía:
Cuando el amor dura un día
en el ¡adiós! nadie llora.
Aunque muchos disimulan
sus ganas por formulismo
al reino del erotismo
íntimamente postulan.
Al cuerpo que lo estimulan
es cuerpo que se acalora
y si la pasión devora
para qué con tanto ruego
que el amor es solo un juego
palabra de jugadora.
Si entre la comida y sal
relación tiene que haber
entre el hombre y la mujer
amarse es lo principal.
Y la mujer liberal
defiende su teoría:
“amor es la mancebía
en la que dos toman parte”
es voz que no se comparte
pero que tiene valía.
La sensual convocatoria
que hacia la cama nos lleva
es una especie de prueba
de la sapiencia amatoria.
Por instinto en la memoria
se suelta la fantasía
y toda la anatomía
vive un momento exclusivo
puesto que es más efusivo
cuando el amor dura un día.
En sociedad que se liga
con quien sea y cuando sea
a todo el que galantea
a responder nos obliga.
Contrario a lo que se diga
el entusiasmo mejora
pues de unión que en una hora
nos brinda dicha y placer
como es reiterado ver
en el ¡adiós! nadie llora.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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