en Décima Espinela

Si es pecado no es tan grave



Si es pecado no es tan grave
en tiempos de perdición
que tú lleves cinturón
y el cura tenga la llave.


Para mí no es nada extraña
tu actitud con el curita
si es pa’ ti el alma bendita
que te escucha y acompaña.
Su sermón de la montaña
será lo que te socave
y al amparo de la nave
del templo San Agustín
que te haga ¡tilín! ¡tilín!
si es pecado no es tan grave.


La vida es una pachanga
que hay que saberla bailar
y si quieres destacar
tienes que bailar en tanga.
Cuando se pierde la ganga
nos queda la frustración
hay que gozar la pasión
que en nuestros cuerpos sentimos
después de todo vivimos
en tiempos de perdición.


Pero voy a refrenar
mis ímpetus un momento
puesto que tú un monumento
mereces por tu accionar.
Es muy digno de admirar
que vivas con precaución
para su noble función
aunque pasado de moda
creo que a nadie incomoda
que tú lleves cinturón.


Por ti la enorme campana
repica y se oye distante
y en ese preciso instante
alguien tira la sotana.
En tu vida cotidiana
hay una especie de enclave
no puede con esta clave
ni la Sagrada Escritura:
que en ti esté la cerradura
y el cura tenga la llave.

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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