en Décima Espinela

Mi suegra vino a vivir



A mi casa, en una escoba
vino mi suegra a vivir
y no me deja dormir
con mi mujer en la alcoba.


Mi suegra es una corroncha
a quien mujeres iguales
le ganarán en modales
¡mas no le ganan en concha!
Y a pesar de que es rechoncha
y tiene cara de boba
dispuesta a darme una soba
de la manera más vil
llegó un día de abril
a mi casa, en una escoba.


Mi mujer hacía un guiso
para comer por la noche
y yo de ella sin reproche
logré que me dé permiso.
En el momento preciso
que pa’l cine iba a salir
trayendo por souvenir
la factura del “Savoy”
como quien dice ¡aquí estoy!
vino mi suegra a vivir.


¿El tiempo volando pasa?
¿no hay mal que dure cien años?
¡con unos ojos extraños
a cada hora me repasa!
De todo en mi propia casa
me tengo que cohibir,
qué mujer pa’ repetir
la misma telenovela
con frecuencia se desvela
y no me deja dormir.


Pa’ colmo de frustraciones
no puedo por la indiscreta
ni subir la camiseta
ni bajar los pantalones.
Sospecho por sus acciones
¡que hambre me tiene la loba!
la privacidad me roba
con su continuo acechar
y no puedo disfrutar
con mi mujer en la alcoba.

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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