en Décima Espinela

No tengo ningún terreno



No tengo ningún terreno
que ampare la vida mía
tal como dijo Alegría:
“El mundo es ancho y ajeno”.


Soy trabajador y honrado
no sé lo que es un capricho
soy humilde, mejor dicho
¡que vine al mundo pelado!
Estoy familiarizado
con pico, pala y barreno
trabajo cual un piajeno
el tiempo pasa que pasa
mas pa’ construir mi casa
no tengo ningún terreno.


Yo no sé de vacaciones
de ganar sin hacer nada
mas sé de la madrugada
y sus negros nubarrones.
Junto a fierros y tablones
hago la coreografía
pa’l techo de la Alcaldía
arena y cemento acopio
y no tengo techo propio
que ampare la vida mía.


Mi labor es todo un arte
que la estética dirige
y un gran sacrificio exige
pero el pago es un ensarte.
Y viendo que en cualquier parte
hay mucha cicatería
del mundo que es la gran vía
en que me traslado a pie
por mis vivencias diré
tal como dijo Alegría.


No es muy difícil nacer
¡vivir! es la dura empresa
¡para qué ir a la mesa
si no hay nada que comer!
Al que algo aspira tener
ahí mismo le ponen freno
tiene más malo que bueno
y no es imaginación
puesto que por ambición
“El mundo es ancho y ajeno”.

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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