en Décima Espinela

Por boca de otra persona



Me enteré de mi vecina
por boca de otra persona:
“En la mesa, ella es muy fina
en la cama, cimarrona”.


Desde hace años que vivía
la vecinita, al costado,
mas como soy ocupado
una relación no había.
De ella lo que yo sabía
era su nombre Cristina
y allí en el bar de la esquina
cuando bien rico chupaba
de lo que no sospechaba
me enteré de mi vecina.


Sucede que alguien no frena
la lengua y logra soltarla
diciendo sirve a la charla
para hacerla más amena.
Franco que la vida ajena
no me gusta ni impresiona
para lo que se pregona
con no saber me conformo
mas sin preguntar me informo
por boca de otra persona:


“La blanquita es luminaria
en el vestir y el andar
sabe al marido ordenar
sin llevarle la contraria.
Trabaja de secretaria
pero manda en la oficina
habla con voz argentina
sus conceptos salen ciertos
manejando los cubiertos
en la mesa, ella es muy fina”.


“Muy flaco, ¡como un fakir!
el gil está por su gusto
pues la gila tiene un busto
que lo obliga a repetir.
¿Qué más se puede pedir
de una mujer caderona?
si es así como funciona
en aras del buen hacer
que ella no deje de ser
en la cama, cimarrona”.

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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