en Décima Espinela

La muerte no es tan maleva



La muerte no es tan maleva
que yo sepa ¡a nadie falla!
puedes decirle ¡canalla!
aunque no quieras, te lleva.


El hombre de nada es dueño
en la vida está de paso
pues de su auge hasta el ocaso
la muerte sigue en su empeño.
Bebe la vida en el sueño
y en sangre también la abreva,
en su mortífera leva
arranca al hijo del vientre
mas para otro que la encuentre
la muerte no es tan maleva.


Cuando por la tierra enrumba
dispuesta a arrasar, arrasa,
estés orando en la casa
o gozando con la Rumba.
A la dueña de la tumba
no le interesa la talla
y en un campo de batalla
su nombre, fácil lo labra,
la muerte tiene palabra
que yo sepa ¡a nadie falla!


De noche o amanecida
juégale de forma ufana
y verás que siempre gana
en esta mortal partida.
Escóndete toda la vida
tarde o temprano te halla
y lanzándote su malla
sin saber ¡ya estás cautivo!
tú que te pasas de “vivo”
puedes decirle ¡canalla!


Mas de la guadaña el filo
que hace lo que le compete
siendo la vida un carrete
le corta tan solo un hilo.
Puedes morirte tranquilo
que hay otro que te releva,
tendrás que dejar a tu Eva
y a tu querido gurí
si dice viene por ti
aunque no quieras, te lleva.

© 2005 Luis Bárcena Giménez

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