en Décima Espinela

Allá por la serranía



La carretera afirmada
que conduce hacia la mina
en medio de la neblina
es una cinta escarchada.
En la oscura madrugada
el sol duerme todavía,
y haciendo la travesía
para rebuscarme el pan
distingo a ver el volcán
allá por la serranía.


El camino serpentea
por el borde del abismo
cada quien en su mutismo
con la mirada pasea.
Mientras la altura marea
el cañón escalofría,
y por la Inca andenería
en su faena de riego
se ve a un indio labriego
allá por la serranía.


La vida hizo que así fuera
y de una forma jocosa
me dijo voluntariosa:
¡costeño a la cordillera!
Le respondí a mi manera:
yo voy porque tengo hombría
pues sé que en la mina umbría
me esperan los socavones
para dejar los pulmones
allá por la serranía.


El saludo fraternal
que en la ciudad me salpica
en la aldea se amplifica
cuando llego a Madrigal.
Tanto o más que el mineral
abunda ancestral porfía
porque de noche y de día
y con su temple de acero
se bate el recio minero
allá por la serranía.

© 2005 Luis Bárcena Giménez

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.