No temo a papel en blanco
como tampoco me río
mas en él yo saco el brío
y hasta le imprimo mi tranco.
Aunque me duela me arranco
todo mi sentir humano
y voy trazando profano
en su inmaculado anverso
el tan anhelado verso
con una pluma en la mano.
Dentro de cuatro paredes
en que luchamos los dos
se atreve a decirme: ¡Vos
a ver si conmigo puedes!
Y lanzándome sus redes
trata de guardar su arcano
pero ante olvido rayano
conque me viene embistiendo
yo tan solo me defiendo
con una pluma en la mano.
El papel siempre me espera
muy pagado de su suerte
a lo mudo me habla fuerte:
¡Toma tú la delantera!
Hay, una mañana entera
en que ansiar esto, es en vano,
y estando el papel ufano
echado para la siesta
el verso se manifiesta
con una pluma en la mano.
Cuando me trata cual bicho
con la punta del zapato
consciente de ser novato
respondo así a su capricho:
Tienes razón, tú lo has dicho
¡yo no soy Santos Chocano!
pero también soy humano
y si asimilo el castigo
es porque puedo contigo
con una pluma en la mano.
© 2004 Luis Bárcena Giménez
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