Por la nostalgia repleto
en una tierra lejana
a diario me comprometo
con mi bandera peruana.
Cuando de niño, un diploma
obtuve por estudiar:
- Muy lejos vas a llegar -
me dijo el señor Chicoma.
Ya son años que se asoma
aquí en Japón, mi esqueleto,
es el más difícil reto
que me ha tocado hasta hoy
y es duro porque yo estoy
por la nostalgia repleto.
La distancia que espolea
al caballo del olvido
va atropellando al latido
que su universo recrea.
Mas a mí no me marea
porque el Perú está en la diana
y usando invisible liana
jalo hacia mí la raíz
y recuerdo a mi país
en una tierra lejana.
Aunque sea ricachón
el país donde trabajo,
¡que viva el Perú carajo!
pues yo soy de esa Nación.
De mi gente en conclusión
es diferente el boceto
y por la emoción inquieto
con el pendón en la mano
a seguir siendo peruano
a diario me comprometo.
Cada día me demuestro
lo que en la escuela aprendí
¡Perú yo te tengo aquí
junto con mi Padre Nuestro!
Y, si hasta ahora secuestro
la alegría de jarana
cuando un golpe de campana
ponga fin a mi pelea
si han de enterrarme que sea
con mi bandera peruana.
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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