en Décima Espinela

Si Dios a mí me castiga



Si Dios a mí me castiga
y en el trabajo me amarra
es porque nací cigarra
en vez de nacer hormiga.


No me gusta trabajar
mas debo hacerlo o sino
¿qué es lo que tendría yo
a la hora de jamar?
Ya por este trajinar
siento en el vientre una ortiga,
no está bien que yo maldiga
y en lugar de una protesta
acepto la pena impuesta
si Dios a mí me castiga.


Existiendo muchos seres
que su ayuda le han pedido
como soy el “elegido”
deja todos sus quehaceres.
Y trayendo mis deberes
mi lindo sueño desgarra,
como siempre pienso en farra
y de flojo tengo fama
me sacude de la cama
y en el trabajo me amarra.


Un día, con gesto adusto
y traspasando la puerta
se me apareció en la huerta
donde me encontraba a gusto.
Pero nuestro Dios que es justo
miraba en mí a un macarra
y a la sombra de la parra
le tuve que confesar:
si dejo el tiempo pasar
es porque nací cigarra.


Él no me decía nada
y aunque su rostro era serio
bajo un halo de misterio
era dulce su mirada.
Allí dije la burrada
que hasta ahora me fustiga:
¡Dios! ¿qué quieres que te diga?
¡tu creación está mal!
nací cualquier animal
en vez de nacer hormiga.

© 2005 Luis Bárcena Giménez

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