Muchos de los nacionales
aprenden desde chiquitos
a culpar de sus delitos
a extranjeros e ilegales.
El gobierno ¡bien que ve!
lo que sus súbditos hacen
mas permite que estos pasen
a extraños ¡su mala fe!
Por consenso dicen que
de afuera vienen los males,
hablan de normas legales
a cumplir todos los días
y cometen fechorías
muchos de los nacionales.
Es parte de su civismo
en montón de matrimonios
decirle al hijo: ¡demonios
rechaza el extranjerismo!
Con lecciones de racismo
los van poniendo expeditos,
también les hablan de mitos
y episodios embusteros
y el odio a los extranjeros
aprenden desde chiquitos.
El nativo de su edén
siente a tal punto que espira
por la tolerancia ¡ira!
y por la verdad ¡desdén!
Aunque no pequen y estén
por el trabajo marchitos
haciéndose los santitos
y mintiendo con afán
a los inmigrantes van
a culpar de sus delitos.
En reunión familiar
traman amargar la vida
y repasan enseguida
la vesícula biliar.
Y si así suelen paliar
frustraciones personales
proseguirán inmorales
chance no les va a faltar
pues tienen pa’ maltratar
a extranjeros e ilegales.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.