en Décima Espinela

¡Qué belleza de montuna!



Años atrás vi en Aruba
¡qué belleza de montuna!
tenía dos ojos de uva
en una piel de aceituna.


En mis andanzas terrenas
llegué a la isla del Caribe
donde la gente que vive
de negro tiene en las venas.
En las límpidas arenas
sus rayos el sol incuba,
horas antes de que suba
al avión para el regreso
una mujer de embeleso
años atrás vi en Aruba.


No obtuve ningún reproche
cuando posé la mirada
y sabiéndose admirada
de gala hizo derroche.
Ella era como una noche
aclarada por la luna,
desnuda sobre una duna
la imaginé sin maldad
entre gente de ciudad
¡qué belleza de montuna!


Rumbo hacia la escalinata
ya me encontraba encendido
puesto que había vivido
una realidad muy grata.
Esta clase de mulata
han visto en Brasil y en Cuba,
del mismo tronco Yoruba
es la mujer de mi cita
pues en su cara bonita
tenía dos ojos de uva.


A lo lejos, silenciosa
hablando con su presencia
dentro de la concurrencia
¡sin duda que era la diosa!
De adulta no se hizo hermosa
¡vino hermosa de la cuna!
sin cosmética ninguna
con silueta delineada
su belleza iba enfundada
en una piel de aceituna.

© 2005 Luis Bárcena Giménez

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