La condesa Cascabel
aunque dulce era el mulato
por sacar los pies del plato
le dio su baño con miel.
Voy a contar a mi modo
lo que hizo ¡y no me alegro!
quien tuvo un amante negro
después de que espichó el godo.
Había perdido en todo
su condición de novel
aunque María Isabel
era su bonito nombre
tenía por sobrenombre
la condesa Cascabel.
A pesar de que encamados
las noches pasaban juntos
el negro tenía asuntos
de faldas por otros lados.
Dos varones despechados
le vinieron con el dato
de celos por arrebato
y al no poder con la carga
le dio su cáscara amarga
aunque dulce era el mulato.
Dicen que era el más despierto
de toda la nación Congo
y que moviendo el mondongo
duraba lo que un concierto.
El negro al ser descubierto
quedó mudo y turulato
sucedió en el virreinato
pero eso pasaba antaño
a nadie matan hogaño
por sacar los pies del plato.
Y con recuerdos heridos
y burlada en su nobleza
pese al dolor de cabeza
no anduvo dando alaridos.
A dos esclavos fornidos
ordenó, vertiendo hiel:
¡Puf! ¡a la paila con él
que le gusta la chancaca!
y así sin mucha alharaca
le dio su baño con miel.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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