Si tus piernas no son toscas
y las deseas mostrar
tú cambia por si las moscas
tu arácnido caminar.
Conmigo, egregio letrado
no se podría medir
porque yo puedo escribir
de tus piernas un tratado.
Mujer, te he abordado
pa’ que mi opinión conozcas:
yo no sé por qué te emboscas
con tela hasta los tobillos
lúcelas por los corrillos
si tus piernas no son toscas.
Yo te las miré mojadas
un día de sol y playa
y de la misma atalaya
te las admiré bronceadas.
En tus piernas bien torneadas
no hay nada que retocar
no te trates de engañar
no te apenes, no te rindas
porque tus piernas son lindas
y las deseas mostrar.
Con falda larga transpiras
y no tengo novedades
tus mentiras son verdades
y tus verdades, mentiras.
Por un piropo ¡te estiras!
por un piropo ¡te enroscas!
acción y mirada hoscas
menoscaban tu virtud
por lo tanto esa actitud
tú cambia por si las moscas.
Yo que a diario soy testigo
de la moda femenina:
la mujer se ve divina
si lleva al aire el ombligo.
Para tu bien te lo digo
¡deja de remolonear!
porque no te va a llevar
con esquela o sin esquela
a ninguna pasarela
tu arácnido caminar.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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