Un pescador le ordenaba
¡frena la marcha Perico!
y este muy cerca de Atico
al otro recriminaba.
La gente ansiosa esperaba
para ver lo que pescaron
ni bien al puerto llegaron
se dieron de alma en la jeta
teniendo harta anchoveta
¡por una raya pelearon!
La esposa recién casada
dos rayas al pantalón
le planchó de corazón
por bisoña o despistada.
Dio el esposo una mentada
y con ira se miraron
sus alegatos sacaron
y en esta ocasión fue el doble
que agotándose lo noble
¡por una raya pelearon!
El veterano, al novato
con la sonrisa en la boca
le dijo pa’ comprar coca
y así pasar un buen rato.
De acuerdo con el contrato
los dos plata apoquinaron
cuando sus testas chocaron
llevados por la nariz
maestro con aprendiz
¡por una raya pelearon!
De la infancia dos amigos
que todo lo compartían
años más tarde serían
dos mortales enemigos.
Sus vecinos y testigos
enseguida comentaron
que los dos se enamoraron
de la guapísima Esther
y al pelear por la mujer
¡por una raya pelearon!
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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