en Décima Espinela

Cuando tú te hayas ido



Cuando tú te hayas ido
con la melena revuelta
yo me quedaré dormido
desnudo y a pierna suelta.


Tú sabes que soy conchudo
libertino y holgazán
y si hay que ganarse el pan
en tu pollera me escudo.
De todo trabajo rudo
¡siempre, siempre, he corrido!
y aunque hoy me he divertido
en los campos del placer
yo no sé qué voy a hacer
cuando tú te hayas ido.


No es que tú me acostumbraste
a vivir de mantenido
pero a falta de marido
a mi persona llamaste.
De esa fecha me gustaste
por liberal y resuelta,
de los prejuicios absuelta
haces tu vida normal
y traspasas el umbral
con la melena revuelta.


¿Será amor?, ¿será pasión?
¡saberlo, no nos importa!
porque el sexo nos transporta
hacia la otra dimensión.
Y como no es ilusión
la noche que hemos vivido,
cual bebé recién nacido
que en los pañales se orina
mientras vas a la oficina
yo me quedaré dormido.


En la Lima que es bandida
y a la que le faltan luces
solitaria tú conduces
en la penumbra temida.
Y si compras la comida
pides te la den envuelta
porque cuando estás de vuelta
del trabajo realizado
siempre me encuentras echado
desnudo y a pierna suelta.

© 2005 Luis Bárcena Giménez

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