“Pancho malandro” trabaja
y en su trabajo se crece
a medio mundo le ofrece
¡su pistola y su navaja!
En un barrio populoso
que es de pólvora un barril
habita en un cuchitril
desconfiado y ojeroso.
No es un tipo musculoso
pero en malicia aventaja
en su solaz se relaja
fuma “bazuco” del fuerte
y en sociedad con la muerte
“Pancho malandro” trabaja.
Es brazo de la falacia
con que actúa mucha gente
y sirve indistintamente
a plebe y aristocracia.
Sin presagiar la desgracia
una víctima aparece
expectante permanece
la “señora con guadaña”
él canta “Juan alimaña”
y en su trabajo se crece.
Pa’ que piensen al revés
anda siempre con desgano
y es tan pesada su mano
como ligeros sus pies.
Se aprovecha de ¡lo que es!
puesto que no lo parece
con voz fría que estremece
la mirada más violenta
saldar con plomo una cuenta
a medio mundo le ofrece.
El último rezo pide
y a los que están sentenciados
pa’l “patio de los callados”
pasaporte les expide.
Al más encumbrado mide
y de un tiro lo rebaja
muertos tiene una baraja
de inocentes y rapaces
y temen los “capataces”
¡su pistola y su navaja!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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