en Décima Espinela

El balanceo es el precio



De un elevado trapecio
un verso amoroso pende
y el trovador no comprende
que el balanceo es el precio.


La dama rica es el tema
que día y noche lo inquieta
hasta olvidar el poeta
que su pobreza es extrema.
Él se convierte en poema
como muestra de su aprecio,
afrontando el tiempo recio
que a su verso lo desgarra
este se aferra a la barra
de un elevado trapecio.


A poco, la desazón
va abriéndole los ojos
y en su intimidad de hinojos
quiere hallar una razón.
Es voluble el corazón
de la mujer que pretende,
a todo el mundo sorprende
y pronto corre el rumor:
de lo alto del desamor
un verso amoroso pende.


Su fémina fantasía
se insinúa con más de uno
y oronda vive en ayuno
de amor, paz y poesía.
Sonámbulo anda de día
anda de noche cual duende,
quien al corazón lo vende
vende el cuerpo y vende el alma
sabe que esto a nadie ensalma
y el trovador no comprende.


En las tinieblas el cirio
de su amor, da poca luz
porque la mujer es cruz
con el INRI de delirio.
Llegará hasta el martirio
sufriendo cruel menosprecio
pues legal el vate necio
en el juego no se incluye
por pobre y noble no intuye
que el balanceo es el precio.

© 2005 Luis Bárcena Giménez

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