Quisiera volverte a ver
para decirte al oído:
En la copa del olvido
llené tu falso querer.
Fue mi lado más oscuro
estar de ti enamorado
y ahora que estoy curado
nada bueno yo te auguro.
Sin ser profeta aseguro
sigues en tu menester,
si sales a recorrer
con taco aguja y cartera
nuevamente por la acera
quisiera volverte a ver.
No interesa quién te ve
interesa verte yo
el que por un pelo huyó
para rescatar su fe.
Va a llegar el día en que
sin hacer el menor ruido
con abrazo decidido
delante de todo el mundo
yo te apretuje un segundo
para decirte al oído:
No te me pongas melosa
aunque esta sea tu esquina
porque todo el que camina
pensará que eres mi esposa.
¡Sigues luciendo preciosa
más escote que vestido!
¿piensas que estoy resentido?
¡me acuerdo muy bien de ti!
si por tu amor yo bebí
en la copa del olvido.
En el espejo me vi
un día de no sé qué año
y al ver mi cara de engaño
¡por fortuna comprendí!
Sé que a nadie quieres, ni
por nadie sufres, mujer,
y puesto que era un deber
poner fin a mi derrota
día a día, gota a gota
llené tu falso querer.
© 2004 Luis Bárcena Giménez
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