¡No voy más a un consultorio!

El doctor José Barraza

desprecia a plebeya gente

pues al verme de paciente

me dijo con su bocaza:

- Disculpe, pero en su casa

¿tiene espejo el lavatorio?

me trató de vejestorio

y se me atracó la nuez,

y si lo mío es vejez

¡no voy más a un consultorio!

Fui donde el doctor Chacón

sin saber de su conchabo

y entonces pensé que al cabo

curaría mi afección.

Sabiendo la dirección

no buscó en el directorio,

me mandó a un laboratorio

a que me haga unos análisis,

y si dio a entender parálisis

¡no voy más a un consultorio!

Llegué donde el doctor Melo

a seguir mi mala racha

pues solo me vio la facha

con su mirada de hielo.

Y sin tocarme ni un pelo

con la mente en el jolgorio

muy serio tras su escritorio

diagnosticó dos fracturas,

pa’ no saber de facturas

¡no voy más a un consultorio!

El doctor Julio Orihuela

que es médico de renombre

me dijo: Si usted es bien hombre

¡aguante eso aunque le duela!

¿Desde cuándo pa’ la muela

recetan supositorio?

puesto que es contradictorio

el resultado y no duermo,

para retornar enfermo

¡no voy más a un consultorio!

© 2005 Luis Bárcena Giménez