Más frigidez que en el polo
siente el humano en el alma
sentado bajo una palma
cabizbajo, triste y ¡solo!
El que manda mangonea
el que obedece demora
lo particular aflora
y el desdén se enseñorea.
Que cada cual se las vea
es parte del protocolo,
blanco, negro, zambo y cholo
cuando no hay calor humano
siente en suelo peruano
más frigidez que en el polo.
Sin rumbo fijo camina
y la espalda se le encorva
y el que piensa que él le estorba
con odio lo recrimina.
Como cosa de rutina
pesar con pesar empalma
y aunque perturbe la calma
de la gente el griterío
en su soledad un vacío
siente el humano en el alma.
Reemplazando las cadenas
hay en su cuerpo gualdrapas
si la vida tiene etapas
ya junta varias condenas.
Lleva en su interior las penas
que le pesan una salma
y por ver si alguien lo ensalma
y en la existencia lo adentra
con frecuencia se le encuentra
sentado bajo una palma.
Mientras que estas gentes lasas
van perdiendo hasta el orgullo
el que vive del chanchullo
sigue cobrando las tasas.
Y se ve entre las escasas
acciones, en que no hay dolo
que adulto, anciano o pipiolo
por social indiferencia
estará en su penitencia
¡cabizbajo, triste y solo!
© 2009 Luis Bárcena Giménez
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