La novia asiste al casorio
sonrosada y muy contenta.
El novio tez macilenta
¡parece que va al velorio!
Ella en ¡un tris! quedó lista
ayudada por su prima
y con dirección a Lima
abandona Bellavista.
Desfilan ante su vista
casas, tiendas y un emporio
de basura un promontorio
sortea el coche nupcial
y en él con gesto triunfal
la novia asiste al casorio.
Por el Hospital Obrero
se hace el signo de la cruz
porque del día a la luz
campea mucho ratero.
A ojo de buen cubero
es mujer base cuarenta
y además de corpulenta
está repleta de fe
por eso es que se le ve
sonrosada y muy contenta.
Mientras tanto en otro lado
de la ciudad capital
el compromiso oficial
tiene al varón apocado.
Yendo muy ensimismado
ni sobre el clima comenta
la vida se muestra atenta
con la dicha que le da
sin embargo triste va
el novio tez macilenta.
Sonoro ¡tilín, tilín!
oirá de la campana
le han dicho que una semana
durará este retintín.
El novio piensa en el fin
de su vida de tenorio,
del popular consultorio
el más ingenuo razona
de su escuálida persona:
¡parece que va al velorio!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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