En un río de la Omagua
voy remando algo con proa
por no decir que es canoa
voy a decir que es piragua.
En el territorio Yagua
una lupuna se airea
y aunque la unchala gorjea
en la selva majestuosa
lentamente y silenciosa
la soledad se pasea.
En paradisíaco entorno
lleno de vida y olores
con renovados fulgores
se hace sentir el bochorno.
Mas sigo por el contorno
de tierra que zigzaguea,
con sol que quema y marea
sin respetar a la sombra
por verde y frondosa alfombra
la soledad se pasea.
Tengo la orilla a estribor
y aunque no sale la luna
voy atento a la muyuna
para no entrar en pavor.
Con la corriente a favor
estoy lejos de la aldea,
un tigrillo ronronea
tendido sobre la playa
y sobre una taricaya
la soledad se pasea.
Llego al Puesto Policial
que resguarda la frontera
¡no hay escudo, no hay bandera
no hay guardia, no hay oficial!
En la jungla nacional
el abandono campea,
mientras el hambre pelea
con mi estómago vacío
por todo el curso del río
la soledad se pasea.
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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