Diccionario, a ti recurro
bien paradas las orejas
no para darte mis quejas
sino porque soy un burro.
Asisto de buen talante
con ánimos de aprender
y al no poder comprender
palidece mi semblante.
En conferencia importante
cuando no entiendo, me aburro,
yo, de natural cazurro
con dudas en abundancia
pa’ salir de la ignorancia
diccionario, a ti recurro.
No sé lo que es “cicatero”
“ecléctico”, “axial”, “fosfeno”
“landre”, “nodal”, “sarraceno”
“berrendo”, “hetaria”, “piquero”.
Eres un fiel compañero
siempre estás, nunca te alejas,
cuando tus páginas dejas
en mis manos, gozo mucho
leo en voz alta y me escucho
bien paradas las orejas.
Es así que aprendo bien
lo que significa “icor”
“jenízaro”, “ujier”, “tabor”
“verdasca”, “oblea”, “llantén”.
Menos mal, que sé ante quién
muevo pestañas y cejas,
lejos de mundanas rejas
como que soy algo chusco
en privado yo te busco
no para darte mis quejas.
Tu sapiencia soberana
al abrirse me contenta
y en mi lenguaje incrementa
una palabra galana.
En mi vida cotidiana
tu llamado es un susurro,
yo hago un alto en el curro
y te esculco con vehemencia
no por ser una eminencia
sino porque soy un burro.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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