Por mirar a las mujeres
mujeriego puedo ser
conociéndote cómo eres
¡solo a ti te he de querer!
¿Amada mía qué fue,
te incomoda lo que he visto?
sabiendo que por ti existo
y actúo de buena fe.
Solo el que es ciego no ve
minifaldas y brassieres,
es bueno de que te enteres
que mi amor no va a cambiar
ni me voy a condenar
por mirar a las mujeres.
¿Por qué andar mirando al suelo
por en medio de la pista?
si toda mujer bien vista
nos da alegría y consuelo.
Después de todo, mi cielo
los ojos son para ver,
sin un beso pretender
mira cómo son la cosas
con tantas damas hermosas
mujeriego puedo ser.
A ti también yo te vi
tal como te lo mereces
y sin pensarlo dos veces
a tu encanto me rendí.
Yo te admiro porque en ti
otros son los menesteres,
no dudes ni desesperes
que también te soy sincero
otra mujer no requiero
conociéndote cómo eres.
De todo esto que te digo
con la verdad por delante
soy el único causante
y soy mi propio testigo.
Es mi deseo, contigo
matrimonio contraer
y brindándote placer
que lo virtuoso no trunca
como no he querido nunca
¡solo a ti te he de querer!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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