A una madre se le canta
por ser mujer de bandera
pues con su actitud señera
un buen hijo se agiganta.
Nada su amor lo suplanta
pues ella vida nos dio,
si ahora me inspiro yo
esta décima emotiva
es para decir ¡que viva!
la madre que me parió.
Sal al frente compañero
para expresarle en tu canto
que no existe amor más santo
ni cariño más sincero.
Recuerda en tu derrotero
quién fue quien te amamantó,
si de niño te arrulló
hoy también lo puede hacer
pues siempre te va a querer
la madre que te parió.
Hermano, no te rezagues
trae tu lírico equipaje
es justo que en su homenaje
con tus versos tú le pagues.
Y por favor no te apagues
que ella nunca se apagó,
con paciencia nos forjó
esta viejita ¡aleluya!
es la mía y es la tuya
la madre que nos parió.
Merece el mismo respeto
como nuestra admiración
la que con buen corazón
asumió maternal reto.
De aquel hospicio repleto
la cuenta disminuyó,
puesto que un niño adoptó
y luchando en ese encuadre
se comporta igual que madre
la madre que no parió.
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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