Después de llevarme un chasco
yo concluyo enfurecido:
La ley está hecha un asco
¡porque la caga el bandido!
Me peló como al pacay
¡en un tris! todo el dinero
y con tono pendenciero
habló así el doctor Cachay:
“Si hemos perdido es porque hay
de expedientes un atasco”,
y el leguleyo, ¡un churrasco!
pidióme luego del juicio
y yo me salí de quicio
después de llevarme un chasco.
A pie a mi hogar retorné
¿que si pesa la derrota?
si me escucha, tome nota
que en esto ya me aclaré.
Nadie sabe hasta que esté
en un Juzgado metido,
el sistema corrompido
protege al que tiene apodo
afirmando de este modo
concluyo como es debido.
Existe un tipo de clientes
con amplísimo prontuario
que compran al secretario
y a los jueces delincuentes.
Duermen muchos expedientes
por efectos de un barbasco,
a solas cuando me enfrasco
a pensar en la justicia
pienso que por la inmundicia
la ley está hecha un asco.
Por lo visto el hombre honrado
ante aquél que mal se porte
en la calle y en la Corte
siempre saldrá mal parado.
Pagado el cruel noviciado
ahora vivo prevenido,
si es que a menos ha venido
es por cuestión de moral
y la ley huele muy mal
¡porque la caga el bandido!
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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