Si esa cosa te fastidia
con picazón y dolor,
no lo culpes al doctor
¡la culpable es tu perfidia!
Nada pierdo si te quitas
de mi camino y acudes
al lugar donde sacudes
el polvo de tus braguitas.
Muchas de tus amiguitas
competentes en la insidia
te dijeron por envidia
¡hazlo que no pasa nada!
no te muestres contrariada
si esa cosa te fastidia.
Aunque último me enteré
de que tú tenías otro
liberándome del potro
al instante, ¡te olvidé!
Y por cierto, averigüé
sobre el falso mal menor
si este nos cambia el color
y vergüenza hace sentir
Dios me libre de vivir
con picazón y dolor.
En mérito a tu acrobacia
que te hizo besar la lona
como notarás ¡campeona!
ganaste mi suspicacia.
Si vas para la farmacia
¡pon una cara mejor!
pagas con pésimo humor
tus deslices filantrópicos
si requieres antibióticos
no lo culpes al doctor.
Me volviste un garabato
un cabeza de venado
y el tonto más señalado
al sacar los pies del plato.
Gozaste qué rico el rato
con tu torito de lidia
él te pegó la clamidia
y tú reclamas en vano
la culpa no es del fulano
¡la culpable es tu perfidia!
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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