en Décima Espinela

Si me pongo extrovertido



Cuando estoy introvertido
me viene la depresión,
si me pongo extrovertido
me ataca la represión.


Al que se suele abstraer
con sus modales esquivos
en el mundo de los vivos
es difícil comprender.
Yo sé bien lo que es tener
el ánimo consumido,
en mí mismo contenido
por mucho que me den cuerda
soy como un cero a la izquierda
cuando estoy introvertido.


Voluntario hacia el abismo
yo camino en este estado
y en casos, acompañado
por el negro pesimismo.
Porque lo quiero yo mismo
tengo a solas mi sesión
y estando en plan de simplón
quiero aguzar mi conciencia
no puedo y en consecuencia
me viene la depresión.


La tortilla se voltea
si en mi pecho hay entusiasmo
porque ante el pasmo y espasmo
mi ánimo no tambalea.
Hasta a la mujer más fea
me nace darle un cumplido,
con todos comprometido
cambia total mi talante
y tampoco hay quien me aguante
si me pongo extrovertido.


Y la faz antes adusta
dramática y pensativa
de una manera expresiva
al nuevo estado se ajusta.
De vez en cuando me gusta
convertirme en sensación
y en serio o por diversión
ya me pasó varias veces
si muestro mis intereses
me ataca la represión.

© 2007 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.