en Décima Espinela

José María y Damiana



José María y Damiana
siempre que le entran al trapo
ella semeja una rana
abrazada por un sapo.


Por el consumo de Viagra
hay una cosa bien cierta
que la carne se despierta
aunque la carne esté magra.
Como todo se consagra
en la capital peruana
según gente de jarana
que sabe de movimiento
son sensación del momento
José María y Damiana.


Corre veloz el rumor
de la boca hacia la oreja
y saben de esta pareja
su romántica labor.
En su nidito de amor
segunda cuadra de Napo
transpiran todo el guarapo
previamente consumido
y queda el somier hundido
siempre que le entran al trapo.


A Damiana engolosinan
los embates de José
y ambos con mucho tupé
un escándalo originan.
En la parte que imaginan
se le estira la membrana
a su raja campechana
la presionan dos cojones
y al poner ojos saltones
ella semeja una rana.


José sube una tetilla
y aprovechando el enredo
hábilmente con el dedo
le toca la rabadilla.
Damiana con su barbilla
roza el masculino papo
José que piensa que es guapo
tiene la piel verrugosa
Damiana gime dichosa
abrazada por un sapo.

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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