en Décima Espinela

Entre el recuerdo y tu beso



Amada quítame el peso
así no puedo vivir
no me obligues a elegir
entre el recuerdo y tu beso.


Esta carta con urgencia
la mando a tu lejanía
porque tú en la vida mía
sí que tienes competencia.
Los días sin tu presencia
son pesados en exceso
y yo espero tu regreso
cual niño que se ilusiona
acercando tu persona
amada quítame el peso.


A mi soledad se hermana
la incertidumbre, el temor
y también el mal humor
entra en casa y se arrellana.
¡Si supiera! la desgana
con qué poder combatir,
del tiempo en el transcurrir
mi impaciencia es duradera
dolido, espera que espera
así no puedo vivir.


En mis sueños intervienes
mas otra es mi realidad
y la única verdad
es que la solución tienes.
¿No sabes que si no vienes
mi tristeza va a seguir?
y si a ti, el sustituir
nunca podré prenda amada
¡ay! la opción menos deseada
no me obligues a elegir.


En mi pecho siempre brota
un sentimiento de duelo
y aunque despejado el cielo
en mis ojos se encapota.
Y es bueno que tomes nota
antes de que pierda el seso:
como soy de carne y hueso
y de tu amor estoy fijo
tus dulces labios elijo
entre el recuerdo y tu beso.

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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