Marisol, a un General
lo tiene como cadete
y él se gasta un dineral
¡para conquistar su ojete!
A Marisol, un buen día
la invitaron por su edad
a fiesta de sociedad
y de mucha nombradía.
Sabiendo lo que tenía
lució su estampa sensual
y entre la gente genial
que a la gala concurrió
agachándose prendó
Marisol, a un General.
Ella con su sonrisita
(de tonta no tuvo nada)
le dio al General entrada
y él se le puso cerquita.
Y presto le dio una cita
en un papel con membrete
y a partir de ese banquete
al General con galones
medallas y distinciones
lo tiene como cadete.
¡Mejor dicho! que mandado
hoy se encuentra el militar
y por ella ha de pasar
como la pasa un soldado.
Al setentón arrugado
se le nota más jovial
y de forma semanal
porque él sin verla se muere
ella pide lo que quiere
y él se gasta un dineral.
Ella sabe que lo tienta
al placer de los placeres
y él que tiene dos mujeres
solo a Marisol contenta.
Además que en una cuenta
le deposita billete
le ha comprado un brazalete
reloj y sortija de oro
más un equipo sonoro
¡para conquistar su ojete!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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