en Décima Espinela

En el moderno ascensor



¡Buenos días! nunca escucho
de parte de los que llegan
si la venia les entregan
¡no les importa ni un pucho!
De creerse siempre mucho
¡más de uno es un profesor!
dentro de su ego opresor
por no ponerse a derecho
unos miran para el techo
en el moderno ascensor.


Extraño la aldea mía
con cumplido retozado
en este mundo agitado
¡falta camaradería!
Está el que la cortesía
le deja a su antecesor,
ya lo dijo un confesor
que el saludo está de duelo
cuando miran para el suelo
en el moderno ascensor.


Dentro de ambiente invernal
sin los benignos calores
se congelan los valores
y hasta el amor maternal.
Del ejemplo paternal
va aprendiendo el sucesor,
cada quien es un censor
y rápida como el rayo
la mirada es de soslayo
en el moderno ascensor.


Quien saluda ¡es despistado!
parece ser la consigna
y es muy raro el que se digna
al tratamiento olvidado.
Todo el mundo está estirado
usando sólo el tensor,
de afecto no hay defensor
y en el trajín que no para
nadie se mira a la cara
en el moderno ascensor.

© 2005 Luis Bárcena Giménez
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