Una vez yo me casé
por tanto puedo opinar:
¡o me caso varias veces
o no me vuelvo a casar!
Hoy que una charla entablamos
acerca de las esposas
si dizque son bondadosas
¿por qué estamos como estamos?
Dónde la vi y nos casamos
tengo que hacer hincapié:
a mi mujer encontré
por el mercado central
y en la iglesia catedral
una vez yo me casé.
Así se inicia el proceso
de una vida en convivencia
en la cual hay conveniencia
amor, escasez y exceso.
Mucha atención que no expreso
lo que pueda imaginar
ya que yo frente al altar
cumplí con el citatorio
y sobre lo que es casorio
por tanto puedo opinar.
Y yo opino que marchito
deja una boda frustrante
que antes era mi semblante
el más guapo del distrito.
Desde ese día bendito
estoy pasando estrecheces
y hasta la muerte ¡con creces!
me quedo al igual que un pez
casado una sola vez
¡o me caso varias veces!
Mi mujer es el tormento
que yo conozco de sobra
por todo lo que hace cobra
y encima quiere un aumento.
Basada en el sacramento
me quiere el poncho pisar
puesto que el mal maridar
me deja sin patrimonio
o busco otro matrimonio
¡o no me vuelvo a casar!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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