Trabajar ya no me gusta
menos me gusta el patrón
aunque no soy remolón
y el trabajo no me asusta.
En el país del complejo
ante el amo me sublevo
por lo poco que me llevo
es mucho lo que le dejo.
Gracias al “hueso y pellejo”
su complexión es robusta
la balanza no se ajusta
a lo hecho en el terreno
para beneficio ajeno
trabajar ya no me gusta.
El matrero de matreros
me tocó y le dije ¡basta!
usted los cueros desgasta
porque de otros son los cueros.
Él quiere de los obreros
rendimiento y sumisión
y aquí está mi conclusión
que no es cosa de relajo:
si no me gusta el trabajo
menos me gusta el patrón.
Me levanté de la lona
y ahí, pensé en mí recién
que de seguir ese tren
me iba a llevar la pelona.
Darle un trato a mi persona
actualmente es mi función
vivo en la contemplación
mientras el músculo duerme
pues no deseo moverme
aunque no soy remolón.
Hoy con otros ojos veo
la vida y su trajinar
que si es bueno trabajar
también es bueno el recreo.
Y si piensan que bromeo
lo digo con cara adusta:
por la paga tan injusta
pierden a un trabajador
pues yo soy madrugador
y el trabajo no me asusta.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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