en Décima Espinela

Qué linda te ves querida



Qué linda te ves querida
con tu boquita frambuesa
estás sentada a la mesa
¡y no has hecho la comida!


Todos los días me dopas
con tu exquisita fragancia
y otorgándome prestancia
con tu presencia me arropas.
En mi cerebro al que copas
nadie más tiene cabida
das un impulso a mi vida
con tu semblante de hada
bañadita y perfumada
qué linda te ves querida.


Por nobleza, consecuente
con tu buena formación
mereces mi adoración
sincera y eternamente.
Para el dolor de mi frente
me aplicaste un compresa
y qué agradable sorpresa
para mi cara sencilla
me besaste en la mejilla
con tu boquita frambuesa.


Eres la flor delicada
que todo varón desea
eres tú quien me recrea
de noche y de madrugada.
En tu vida refinada
la exquisitez jamás cesa
semejante a la condesa
que sabe de Casas Reales
derechita y con modales
estás sentada a la mesa.


Con tus sensuales mohines
además del canesú
mujer más bella que tú
no hallaré en otros confines.
Mi alma para que camines
como alfombra está extendida
y estando así consentida
todos los días nos vemos
me preguntas ¿qué comemos?
¡y no has hecho la comida!

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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