Quiero que un viento me lleve
sobre las olas del mar
a Santa Marta ¡sin par!
directo a la calle nueve.
Vivo en una gran ciudad
donde no hay pastos ni valles
hay luz en todas sus calles
y en su gente, oscuridad.
Alegría y amistad
allá en el trópico llueve
y si es que la brisa mueve
y reanima lo que vive
con dirección al Caribe
quiero que un viento me lleve.
La indiferencia aquí hiere
igual que la intolerancia
y el que olvida a la distancia
en el olvido se muere.
Lejos de lo que se quiere
es una tortura estar,
qué daría por volar
libre de las ataduras
y remontar las alturas
sobre las olas del mar.
Allá yo estuve presente
en mis años juveniles
hoy con el triple de abriles
echo de menos su gente.
Y cómo es de diferente
que aquí no veo ¡un palmar!
a la hora de soñar
con sus estampas me envuelvo
dichoso seré si vuelvo
a Santa Marta ¡sin par!
Si soñar no cuesta nada
con Cira Wisman yo sueño
y ahí le expongo el diseño
de mi posible llegada:
Desde la Sierra Nevada
con su imponente relieve
pido al viento que me eleve
sobre samaria marea
con la condición que sea
directo a la calle nueve.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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