A mí me tildas de loco
por una equivocación
solamente me equivoco
¡cuando te doy la razón!
Por pasarme la frontera
entre la modestia y lujo
recibo todo el influjo
de tu indolente manera.
¡Ay! mujer hecha quimera
causante de mi sofoco
se ve que te importo poco
y aunque mi intención es buena
para que tenga más pena
a mí me tildas de loco.
Y mientras que yo paciente
quiero postrarme a tus plantas
sin miramientos levantas
de tu gran castillo el puente.
Entre los dos solamente
difiere la condición,
aferrada a tu opinión
si te encuentro, me abandonas
más aún, no me perdonas
por una equivocación.
A mi equívoco intelecto
no das oportunidad
y concluyes sin piedad
que mi amor tiene un defecto.
Para expresarte mi afecto
a las musas las invoco
y a veces dentro del coco
no tengo luz que me irradie
y hablando no mato a nadie
solamente me equivoco.
Pero no más humillantes
escenas quiero vivir
¡tú ganaste! y a partir
de ahora, seré yo el de antes.
A pesar de tus desplantes
actué con moderación
puesto que tu corazón
no sabe amar hasta hoy
te diré que loco estoy
¡cuando te doy la razón!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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