en Décima Espinela

Yo vivo una pesadilla



Yo vivo una pesadilla
con tus acciones ingratas
si pongo la otra mejilla
¡de seguro que me matas!


Como tienes la sartén
por el mango, ¡a mí me fríes!
de día, tú me sonríes
de noche, ¡es tuyo el desdén!
A ratos me dices ¡ven!
otras veces, ¡a una milla!
y mira ¡qué maravilla!
me das con tranquilidad
por tu inestabilidad
yo vivo una pesadilla.


Lo que me mandes a hacer
con diligencia lo hago
ni las gracias, ni un halago
¡ay! ¿quién te entiende mujer?
Al podio de mi querer
aspiran tres candidatas,
de una blanca y dos mulatas
por ti, yo me desentiendo
y así vivo padeciendo
con tus acciones ingratas.


Por atento fracasé
al cambiarte mi butaca
pues decías cual matraca
te tapaba un bisoñé.
Tras de ti me deslicé
¡más suave que mantequilla!
por rozar tu rabadilla
¡qué tal trompón recibí!
y pobrecito de mí
si pongo la otra mejilla.


Y como tú eres hermosa
tus manos son consentidas.
De golpizas recibidas
es mi lista generosa.
Francamente no es gran cosa
cuando me sacas a gatas,
porque si tu ira desatas
¡Dios me coja confesado!
como lo haría un tornado
¡de seguro que me matas!

© 2005 Luis Bárcena Giménez
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