El puente que ves aquí
nunca lo voy a cruzar
para alejarme de ti.
Desde el balcón, amor mío
ven conmigo a contemplar
esta mole de sillar
por donde se cruza el río.
Y su historia hasta el hastío
te la diré porque sí,
con solo un maravedí
para que conste su hazaña
construyó la madre España
el puente que ves aquí.
Si mi amor no es colonial
es más grande que este puente
te lo digo frente a frente
es un amor inmortal.
Y a esta hora matinal
en que yo suelo llegar
por mi manera de amar
veo al puente de adversario
porque en sentido contrario
nunca lo voy a cruzar.
Mientras por el puente van
las personas con su prisa
me recreo con la brisa
y la estampa del volcán.
Vengo a ti con noble afán
y tu nombre impreso en mí,
yo te amo cual yaraví
de la pluma de Melgar
y me tendrán que matar
para alejarme de ti.
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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