en Décima Espinela

Mi sapiencia es muy pequeña


Digo sin remordimiento
mi sapiencia es muy pequeña
pero la vida me enseña
a versar con fundamento.


Aunque no tengo vacía
la cabeza de instrucción
asumo mi condición
de no tener maestría.
Sé que la sabiduría
para el alma es alimento
y ya que el conocimiento
nos coloca en otra altura
necesito más cultura
digo sin remordimiento.


Tengo mucho que aprender
y aquí lo digo a mi modo
que teniendo seso ¡todo!
es más fácil comprender.
Del saber quiero tener
una propuesta halagüeña
porque yo su contraseña
por desgracia no conozco
y ante el mundo reconozco
mi sapiencia es muy pequeña.


Por no saber, en los cruces
frecuentes de lo correcto
con su opuesto lo incorrecto
muchas veces doy de bruces.
El conocimiento, luces
en dar al hombre se empeña,
un buen papel desempeña
pues con saber no hay ocaso,
de ciencia yo estoy escaso
pero la vida me enseña.


La vida a mí me convida
y me enseña con su fusta
y tengo aunque no me gusta
que aprender de ella enseguida.
La gente menos leída
también tiene un argumento
y por esto yo comento
que entre dichas y pesares
enseñan los avatares
a versar con fundamento.

© 2009 Luis Bárcena Giménez
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