en Décima Espinela

Se me acaba la paciencia


Se me acaba la paciencia

y no por casualidad
al ver que en la humanidad
se impone una dirigencia.
Pide paz con la violencia
que mal le caracteriza,
no cura, no cicatriza
porque no está en su libreta
y pronto nuestro planeta
será un campo de chamiza.

Cuando habla un iluminado
se me acaba la paciencia
a todos pide abstinencia
pero él vive en el pecado.
Sea lampiño o barbado
con aire o no, majestuoso,
fornica bien el virtuoso
y hasta vive del rebaño
valiéndose del engaño
nos muestra su iris acuoso.

Si a un pobre, por maleficio
le endilgan una sentencia
se me acaba la paciencia
y no creo en ningún juicio.
Hay injusticia de vicio
que no afecta al poderoso,
no he visto un juez generoso
darle a un pobre la razón
y he visto con desazón
que con la ley es tramposo.

Al ver que llega a emergencia
un humano en mal estado
y allí se queda tirado
se me acaba la paciencia.
Yo maldigo la indolencia
y la madre que parió
al médico que juró
¿como Hipócrates? ¡la hueva!
atiende al que plata lleva
porque para eso estudió.

Si un tipo, a la concurrencia
le ofrece el oro y el moro
y a través del dulce floro
su meta es la presidencia.
Se me acaba la paciencia
y es paciencia de raquítico
pues por culpa del político
que incumple cada promesa
sintiendo lo que me pesa
vivo en un estado crítico.

Soy como cualquier marchante
que salió pa’ trabajar
y más cansa soportar
una prosa petulante.
Si hay maltrato al inmigrante
se me acaba la paciencia,
puesto que asocian pendencia
asalto, crimen, maldad
y así con impunidad
encubren su delincuencia.

Yo les pregunto a los vanos
¿es gesto de buena fe
apartarnos con el pie
en vez de unir nuestras manos?
Algunos seres humanos
creen tener fluorescencia,
se me acaba la paciencia
si limpiándome la vista
de un estúpido racista
tengo la ingrata presencia.

En tropical aguacero
en la tormenta polar
el hombre está para amar
y para escuchar ¡te quiero!
Amor leal y sincero
con broche de oro, abrocho,
y al mero estilo jarocho
se me acaba la paciencia
cuando a la buena querencia
le salen haciendo el ocho.

¿Qué es lo que hace inferior
a una gente de otra gente?
¿no será supuestamente
país, bandera o color?
¿Será siempre superior
el ser del Mundo Primero?
sea en cualquier derrotero
de pobreza u opulencia
se me acaba la paciencia
donde odian al extranjero.

Alguien tiró nuestros dados
y salimos perdedores
cucharas y tenedores
los tenemos olvidados.
En mesa de acomodados
de alimentos no hay ausencia,
y estando en la penitencia
en que llantos se derraman
si a la paciencia me llaman
se me acaba la paciencia.

© 2005 Luis Bárcena Giménez
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