Tú no sufres de estrabismo
tus ojos están bien puestos
lo que pasa es que tus gestos
no llaman al cristianismo.
Por si acaso hay exorcismo
para gente endemoniada,
en tu mirar de volada
yo puedo ver mis despojos
aunque lindos son tus ojos
no te adorna la mirada.
Siempre que ambos nos cruzamos
por calles de la indulgencia
se nota la diferencia
en el modo en que miramos.
Todos a ti te evitamos
y esto que estás bien parada,
te muestras enmascarada
y sin que seas racista
si el odio salta a la vista
no te adorna la mirada.
En el patio del convento
y que no te quepa duda
si no fueras tan ceñuda
yo te haría un monumento.
Tú pareces que al momento
vas a dar la tarascada,
en tu cara bien lavada
sin residuos de legañas
debajo de las pestañas
no te adorna la mirada.
Hasta el mismo día de hoy
fecha en que recién te hablo
como tú andas con el diablo
contigo en peligro estoy.
Cuando la espalda te doy
te pones más enfadada,
se siente la puñalada
la puñalada trapera
si miras como una fiera
no te adorna la mirada.
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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