Un personaje interpreto
por un mágico realismo
mucho más difícil es
interpretarme a mí mismo.
Luchan mi cuerpo y mi mente
porque mi mente protesta
de que mi cuerpo se presta
pa’ complacer a la gente.
Por rutina diariamente
parado sobre el concreto
puesto sobre mi esqueleto
cualquier tipo de envoltorio
ante exigente auditorio
un personaje interpreto.
Unas veces me relajo
con la mira puesta arriba
pero el mundo me derriba
y me manda para abajo.
Evito con gran trabajo
hundirme en el ostracismo
y pese a que virtuosismo
yo no encuentro en la tarima
subo dejando la grima
por un mágico realismo.
Juega un papel la sapiencia
importante en el quehacer
pero se llega a perder
si se pierde la paciencia.
Y puesto que la exigencia
es ser valiente y cortés
al derecho y al revés
ante el espejo mirarse
para poder superarse
mucho más difícil es.
Pero ayer yo me atreví
a dar ese primer paso
y muy cerca del ocaso
con desencanto me vi.
Cansa dar todo de sí
y recibir egoísmo
sin rechazar el civismo
en el que tengo que actuar
un día voy a lograr
interpretarme a mí mismo.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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