en Décima Espinela

Perdí mucho por ausente



Perdí mi lar y querencia
el contacto con mi gente
perdí mucho por ausente
pero no perdí mi esencia.


Para mi meta trazada
no requería maleta
pero otro ser, esta meta
la cambió de una plumada.
Pues no me sirvió de nada
trabajar con diligencia
sufriendo la prepotencia
la mentira y el desplante
por culpa de un gobernante
perdí mi lar y querencia.


Porque como es habitual
en quien todo lo acapara
ordena el despido para
acomodar personal.
Y al comprobar que era real
mi condición de excedente
como en sueños de repente
en otro país me vi
y sin quererlo perdí
el contacto con mi gente.


Y sin ayuda ninguna
hay que afrontar los problemas
y otros piensan sin dilemas
que se gana una fortuna.
Para que sepan mando una
noticia de propia fuente:
además que en otro ambiente
desestiman mi valía
lejos de la patria mía
perdí mucho por ausente.


Pena se siente bastante
privado de la raíz
y tampoco se es feliz
si el terruño está distante.
En sociedad petulante
yo tengo mi residencia
sin embargo esta experiencia
me mantiene al Perú unido
muchas cosas he perdido
pero no perdí mi esencia.

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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