Una décima no basta
para elogiarte bandera
de versos una escalera
quiero ponerte como asta.
Son dos colores ¡no más!
de nuestro emblema sagrado
color rojo apasionado
y color blanco de paz.
No es una estrella fugaz
y en mi tierra tiene casta,
es la joya que se engasta
en mi verso soberano
y digo como peruano
una décima no basta.
A la hija de San Martín
que vio la luz en Paracas
la he visto izar por curacas
en el remoto confín.
Una alegría sin fin
cual canto de la ribera
me emocionó en la frontera
con flamear de bienvenida
y pasaría una vida
para elogiarte bandera.
Tan bonita que se ve
en Costa, Sierra y Montaña
y cuando en el cielo araña
de Dios la cristiana fe.
Para llegar a su pie
y entregarle mi quimera
por la peruana lumbrera
desde un lejano ayer
estoy procurando hacer
de versos una escalera.
Bandera que en Ayacucho
nos enseñaste a vivir
pues Bolognesi al morir
quemó el último cartucho.
Cada día yo te escucho
flameando en la patria vasta,
mi inspiración no se gasta
ni de versos estoy falto
y el monumento más alto
quiero ponerte como asta.
© 2004 Luis Bárcena Giménez
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