Prisionero quiero estar
de tus caricias y sueños
en tus ímpetus y empeños
yo quiero allí terminar.
Tú no te imaginas ¡cuánto!
tu belleza influye en mí
pues inspirándome en ti
brota de mi pecho un canto.
Y puesto que con tu encanto
me has llegado a cautivar
para mi pasión purgar
sin penas ni resquemor
en la cárcel de tu amor
prisionero quiero estar.
Tu magnífica presencia
causante de mi embeleso
por el anhelado beso
pone a prueba mi conciencia.
Eres tú la dulce esencia
de los suspiros limeños
y momentos halagüeños
conseguiré ciertamente
si me invitas a la fuente
de tus caricias y sueños.
La vida desde ese día
de otra forma puedo ver
y es posible llegue a ser
realidad mi fantasía.
Porque vivo la alegría
entre tus labios risueños
de compases caribeños
como del sol al abrigo
yo quiero estar de testigo
en tus ímpetus y empeños.
De cerca o a la distancia
estoy de tu amor pendiente
y tú ves que diariamente
te obsequio con mi constancia.
Para actuar en consonancia
con mi manera de amar
en la playa de tu mar
en el confín de tu cielo
y en la noche de tu pelo
yo quiero allí terminar.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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