El hombre se rompe el coco
de la Omagua en el tapiz
él cultiva su maíz
¡pero le cae el ronsoco!
Es la época de invierno
soplan vientos de San Juan
y el hambre a falta de pan
le hace vivir un infierno.
Para colmo, del gobierno
no tiene ayuda tampoco
sus hijos son buche y moco
su mujer no tiene dientes
y pensando en sus parientes
el hombre se rompe el coco.
Ya no lee, ya no escribe
escucha a veces la radio
con primos llena un estadio
y cartas nunca recibe.
Hace décadas que vive
en el confín del país,
él no quiso echar raíz
pensó que era pasajero
mas se encuentra prisionero
de la Omagua en el tapiz.
De vez en cuando lo auxilia
un lagarto, un manatí
para eso en el Yavarí
tiene que estar de vigilia.
Ver comer a su familia
lo vuelve un hombre feliz,
dejó de ser aprendiz
y experto pesca en el río
y en la chacra del bajío
él cultiva su maíz.
Sale al alba ¡motivado!
lleva machete y panero
y arreglándose el sombrero
va por los choclos ¡confiado!
Llega al terreno sembrado
¡y se da con cada ñoco!
la ira le apaga el foco
le entran ganas de matar
quiere el maíz cosechar
¡pero le cae el ronsoco!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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